Cuatro ingredientes de la fórmula de la motivación para emprender
La motivación es algo fundamental en nuestras vidas a la hora de emprender, de poner en marcha cualquier proyecto u actividad.
Estar motivados constituye una pieza clave para mantenernos centrados en nuestros objetivos y para conseguir llegar a nuestra meta, a nuestro proyecto.
Índice
LA MOTIVACIÓN PARA EMPRENDER
El emprendedor es como un deportista profesional: dependiendo de la fase en la que se encuentre (preparación, competición, descanso) tendrá que “alimentar” su motivación de diferente manera, adecuándola siempre a las fases de su proyecto, ya que éste no siempre va a requerir lo mismo.
Cada emprendedor es un mundo, y como tal cada uno metaboliza esos “alimentos” de forma diferente. Por lo tanto, es muy importante que aprenda cuál es su fórmula ideal de la motivación.
En mi experiencia como emprendedor he identificado cuatro ingredientes fundamentales para mantener siempre activa la motivación. Seguro que hay muchos más, pero éstos son, en mi opinión, los más importantes: necesidad, oportunidad, vocación y éxito.
LA NECESIDAD
Nuestro primer ingrediente para estar motivados: cuando tenemos necesidad de algo somos capaces de concentrarnos, enfocar y trabajar duro para conseguir nuestros objetivos.
Pero hay que ir con cuidado ya que la necesidad puede ser un arma de doble filo.
Es cierto que la necesidad nos puede empujar en nuestro proyecto empresarial pero si va sola, si es nuestra única motivación, en cuanto desaparezca, podremos ir abandonando nuestro proyecto sin remedio. podemos ver como nuestro proyecto se abandona sin remedio.
Esto es lo que ocurre en épocas de crisis. La gente, al perder sus empleos, por “necesidad” decide emprender. Y, aunque los negocios vayan funcionando, en el momento en el que esa necesidad desaparece, (habitualmente al encontrar trabajo) los negocios acaban resintiéndose y en muchísimas ocasiones se liquidan.
Para estar motivados es pues necesario mantener siempre un mínimo de “necesidad” en nuestra fórmula del emprendimiento y disponer de un pool (un grupo) de ellas. Siempre es posible buscar necesidades nuevas e insatisfechas e intentar añadirlas a los objetivos de nuestro proyecto.
Ese pool nos ayudará, junto al resto de ingredientes, a estar siempre motivados para emprender.
LA OPORTUNIDAD
El segundo ingrediente clave de nuestra fórmula de la motivación para emprender es la oportunidad. El gran catalizador, el gran impulsor que va a hacer que muchos proyectos se pongan en marcha.
Todos cuando vemos una oportunidad queremos aprovecharla. En el emprendimiento ocurre lo mismo. La oportunidad suele ser la chispa a la hora de comenzar a montar un negocio.
Aunque, muy importante: yo no creo en las oportunidades pasivas. No sólo están las que pasan por delante de nosotros para decidir si las cogemos o no. Siempre podemos provocarlas.
Utilizando el símil de una estación de ferrocarril por la que circulan numerosos trenes (oportunidades). Si viajamos con lo puesto, los larga distancia nos van a pasar desapercibidos. Pero si llevamos equipaje, el horizonte se amplia.
Es necesario decir en este momento que no nos tenemos que obsesionar con la oportunidad perfecta. Para llegar a nuestro destino (al éxito de nuestro proyecto) no es necesario esperar y esperar a ese tren que nos lleve directo. Siempre podremos ir haciendo transbordos que nos vayan acercando a él.
La oportunidad es algo fundamental en nuestra fórmula de la motivación. Éstas se detectan, se trabajan, se aprovechan y se descartan. Debemos saber integrarlas en nuestra fórmula y darles siempre el peso justo en cada momento para que de verdad nos resulten útiles.
LA VOCACIÓN
Nuestro tercer ingrediente según la RAE es esa “inclinación a un estado, una profesión o una carrera“ que podemos tener.
Es cierto que siempre he pensado que el emprendimiento no puede ser ni una profesión ni tampoco una carrera. Ser empresario emprendedor es otra cosa, pero sí que entiendo que el emprendimiento es un estado mental.
Un estado por el que estamos interesados en lanzar un proyecto y en hacerlo crecer. Un estado, en suma, por el que nos vemos capaces de crear riqueza de la nada, que es en lo que consiste al final esto de emprender.
La vocación es, pues, algo muy importante dentro de la motivación. Pero, como decía una buena amiga, es muy difícil amar lo que no se conoce. Por eso creo que la vocación no es algo innato, sino que es necesario trabajarla.
Formarse en emprendimiento
Por todo lo comentado anteriormente, la formación toma un papel fundamental. Si conocemos el mundo del emprendimiento, todo lo que implica poner en marcha un negocio, las dificultades, sus ventajas, etc. es muy probable que poco a poco vayamos amando este mundo y surja en nosotros la vocación de empresario.
La vocación es, quizá, uno de los ingredientes más importantes de nuestra particular fórmula, porque, en muchísimas ocasiones, será ella la única que nos salve de rendirnos.
Cuando todo se conjura y parece que no hay solución a nuestros problemas, ese gusto por emprender, esas ganas de poner en marcha nuevos proyectos, siempre nos mantendrá firmes el tiempo que haga falta para continuar. Salvar nuestro proyecto y acabar recogiendo aquello que sembramos con ilusión.
La vocación es algo muy importante en nuestra fórmula de la motivación. Tenemos que trabajarla día a día y también formarnos más y más como emprendedores.
Como ya hemos dicho, la vocación puede ser, un día, lo único que no nos haga tirar la toalla.
EL ÉXITO
¿Qué es el éxito?
Para algunos es el reconocimiento social. Para otros el ser capaz de generar riqueza y puestos de trabajo. Hay quien piensa que el éxito es trabajar en lo que a uno le gusta. Pero, en el fondo, la mayoría coincide en que el éxito es ser feliz, día a día, en lo que estamos haciendo.
Cada uno tiene su definición, pero independientemente de ella, el éxito no es algo pasivo; hay que trabajarlo día a día, hay que buscarlo.Tenemos que contribuir a que esas cosas buenas pasen.
Esas ganas de éxito, de alcanzar nuestros objetivos, son un combustible perfecto que nos puede ayudar en muchas ocasiones a mantenernos firmes y no abandonar.
Una gran cualidad del éxito es que el total no se alcanza nunca. Siempre va a quedar algo por conseguir y esto es muy importante para nuestra fórmula de la motivación, ya que siempre vamos a tener garantizado el disponer de un poco de este ingrediente.
CONCLUSIÓN
La motivación es algo fundamental a la hora de poner en marcha, desarrollar y hacer rentables nuestros proyectos de emprendimiento. Tan importante como la financiación, como los equipos o las estructuras.
Y es clave el conocerse a uno mismo, para así calcular esa “fórmula”, esa combinación de ingredientes que os funcionen y os ayuden a manteneros motivados y hacer que vuestro proyecto funcione, sea rentable y consigáis vuestros objetivos.
Os recomiendo dedicar todos los días un rato a valorar cómo está vuestro nivel de motivación y si es necesario modificar algo la fórmula para estar al ciento por cien de motivación, algo fundamental a la hora de conseguir nuestros objetivos.