Los diferentes tipos de socios de una empresa
A la hora de emprender es necesario tener en cuenta una serie de factores. Entre ellos, los socios que van a formar parte de nuestro proyecto. Los socios pueden convertirse en un gran problema, por eso hay que elegirlos con cautela.
Una de las principales causas del fracaso de muchos proyectos de emprendimiento son los socios. Incluso de negocios rentables y que generan dividendos. Sin embargo, una mala planificación y la ausencia de un pacto de socios bien definido, los aboca al fracaso.
Nosotros hemos clasificado estos socios en seis tipos distintos que entran en el proyecto pero no aportan lo necesario para que este crezca y sea exitoso.
Índice
Socio pagafantas
Es un tipo de socio que llega al proyecto debido a una incipiente necesidad de financiación. Este socio es poseedor de ese dinero que precisamos y lo aporta, pasando así a ser parte del proyecto.
El principal problemas es que este no es un tipo de socio de corte capitalista y profesional y, por lo tanto, no entiende o no es conocedor de los riesgos que corre al aportar su capital.
En un principio, la relación puede funcionar bien pero poco a poco se irá deteriorando. Esto se debe a que, al no ser profesional, verá como no para de poner dinero sin recibir nada a cambio. Como verá que su dinero es el que se está arriesgando, seguramente acabe solicitando una mayor participación en las decisiones de la empresa.
Nuestra recomendación es clara; no recurrir a este tipo de socios. Esto se puede evitar a través de una estructuración fuerte del proyecto, sabiendo exactamente cuales son las necesidades financieras y comenzando el proyecto cuando dispongamos del músculo económico preciso para hacerlo.
Socio nómina
El socio nómina es aquel que entra en la sociedad para ahorrarse una nómina. Este tipo de socio es muy común ya que durante el arranque del proyecto se contrata a un especialista que realice ciertas tareas de vital importancia para el desarrollo inicial y se le incluye como asociado para evitar pagar un sueldo que puede ser bastante elevado.
Esta estrategia es arriesgada y hay que ejecutarla con cierta cautela. Incluir a un experto en la sociedad puede resultar útil si se le valora por su labor y capacidad de aportación. Sin embargo, es contraproducente si se le añade por el mero hecho de ahorrarse un salario.
El resultado es inequívoco, problemas en la gestión puesto que este individuo, además de aportar un trabajo, también tendrá derecho a opinar sobre asuntos concernientes a la sociedad.
Por lo tanto, nuestra recomendación vuelve a ser clara; contrata profesionales y ponlos en nómina, pero nunca les incluyas como socios con tal de ahorrar.
Socio colega
Este tipo de socio es esa persona que estaba en el lugar preciso en el momento oportuno. En otras palabras, es ese amigo que se encontraba en el momento en el que surgió la idea de negocio.
Como asistió a las primeras reuniones en las que se cocinó el proyecto, te ves en la tesitura de invitarle a participar, a sabiendas de que probablemente no tenga mucho que aportar.
Añadir un socio por simple compromiso es lo primero que nunca debes hacer. Debido a ello, será conveniente aclarar desde el principio que no se incluirá a nadie por motivos de amistad.
Socio chulo
El socio chulo es aquel que entra en la sociedad porque aporta prestigio. Es una persona que ya ha tenido éxito en el mundo del emprendimiento o es una cara relativamente conocida. Por tanto, se considera que tenerle dentro de la sociedad da caché.
En la mayoría de casos se tratará de un asociado que va a formar parte de la empresa pero que no aportará prácticamente ninguna retribución a la misma. Además, en situaciones adversas, es probable que no se pueda contar con él para salir adelante.
Socio contactos
En este caso, es el tipo de socio que trata de adherirse a nuestro proyecto arguyendo que tiene una amplia libreta de contactos. Unos supuestos contactos que van a contribuir a hacer nuestro negocio mucho más rentable y a abrirnos puertas dentro del sector.
Contar con contactos y establecer diferentes relaciones profesionales es realmente importante cuando estamos empezando un proyecto. Sin embargo, deberemos tener en cuenta si compensa incluir un socio a cambio de estos contactos, ya que se pueden llegar a otro tipo de acuerdos sin necesidad de convertir a esta persona en un socio de pleno derecho.
Además, en la mayoría de casos, estos contactos son inexistentes, no son válidos o son insuficientes. Y el peaje a pagar es el de incluir a una persona en el accionariado.
Socio pack
Finalmente nos encontramos con este tipo de socio, aquel que va siempre acompañado de otro como si, en efecto, de un pack indivisible se tratase.
Debido a que te interesa incorporar a cierto individuo, transiges con que vaya de la mano de otra persona, por lo que, en definitiva, estas incluyendo dos personas en vez de una.
Este fenómeno es bastante común ya que en la mayoría de sociedades, cuando se encuentra un buen sistema de socios, encontramos uno dedicado a la parte de gestión y otro al desarrollo empresarial. Por lo tanto, estos dos individuos, a la hora de invertir en otras sociedades, lo hacen de forma conjunta.
Si de verdad tienes interés por añadir a determinada persona a tu sociedad, este trámite será un peaje a pagar para poder incorporarlo.
¿Qué socios se deben elegir?
A la hora de constituir la empresa, debe tenerse en cuenta cuáles serán los socios que se van a elegir. Esto es debido a que son personas con las que vas a tener que trabajar durante muchas horas y con las que vas a hacer frente a diversos problemas.
Por ello es necesario pensar bien quiénes serán estos compañeros de viaje que van a poder aportar a tu negocio. Coincidir en las mismas metas, objetivos e intenciones es fundamental a la hora de elegir con propiedad.
Además, como hemos mencionado anteriormente, son muchos los proyectos que han fracasado por culpa de los socios que lo componían.
El pacto de socios
Ya hemos hablado anteriormente de la importancia de un buen pacto de socios a la hora de arrancar un proyecto empresarial pero insistimos en ello.
Desde el primer momento hay que definir las reglas por las que se va a regir la sociedad y delimitar las competencias de cada uno de los individuos así como conocer sus derechos. Esto, a largo plazo evitará muchos problemas, conflictos y enfrentamientos entre socios con diferentes objetivos.
¿Cuál es número adecuado de socios en una empresa?
Numerosos estudios han delimitado cuál es el número perfecto de socios que debe tener una empresa para un correcto funcionamiento.
Este número es muy simple y la respuesta bastante previsible. Como en todos los ámbitos de la vida, es más sencillo poner de acuerdo a una persona que a dos ya que, tan solo dos personas pueden encontrar desavenencias hasta en el más irrisorio de los detalles.
Por eso, y como habréis podido deducir, el número adecuado de socios es ¡1! Así, siendo únicamente tu mismo, tendrás mucha más libertad en la toma de decisiones.
Sin embargo, el emprendimiento es una actividad compleja en la que encontrar un socio ideal que nos acompañe y complemente en este camino, es crucial. Si somos capaces de encontrar gente útil con la que asociarnos, no pensemos en ello ni un solo segundo. ¡Adelante!