Medicsen y el desarrollo del páncreas artificial – Entrevista
Desarrollar un páncreas artificial, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de millones de diabéticos, fue motivo suficiente para que Eduardo W. Jorgensen iniciase su camino como emprendedor.
Actualmente, más de 400 millones de personas en el mundo sufren de diabetes. Y en España, los resultados arrojados por diversos estudios, concluyen que la diabetes tipo 2 afecta al 14% de la población. Una enfermedad que afecta a un amplio espectro de la población y que supone un problema añadido; una vez se te diagnostica la diabetes, tendrás que inyectarte insulina durante el resto de tu vida.
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De la inyección al páncreas artificial
Un detalle, a priori insignificante, como puede ser una inyección, le dio a Eduardo una gran idea. Eduardo, licenciado en medicina, se encontraba un día en consulta cuando una niña diabética rechazó el tratamiento. Los motivos que tenía incluían que no quería pincharse todo el rato y que hasta sus amigas se reían de ella.
«El rechazo al tratamiento de una niña me impactó tanto que, al salir de allí, llamé a un par de amigos del colegio y a una compañera de la carrera para iniciar el diseño», dice Eduardo en relación a cómo surgió la idea.
El objetivo es el de evitar que los pacientes se tengan que pinchar a diario, por ello, la necesidad de crear un método de inyectar la insulina sin que haya que atravesar la piel. Esto es el embrión del páncreas artificial.
¿En qué consiste el páncreas artificial?
El páncreas artificial es el resultado de la unión de dos herramientas. La primera es un software de análisis de datos que trata de predecir lo que le va a ocurrir al paciente. Una tarea compleja ya que, como reconoce el propio Eduardo, es algo que nadie había conseguido hasta ahora. Cabe destacar que este software ya está en el mercado y se puede utilizar a través de la aplicación móvil de Medicsen.
En segundo lugar está el dispositivo físico. «Es como una jeringuilla pero sin agujas», según comenta Eduardo. Se trata de un parche parecido a los de nicotina pero con insulina. Esto evita que los pacientes se tengan que pinchar y les hace el proceso más cómodo.
Por lo tanto, de la suma de ambas partes resulta este páncreas artificial.
La financiación, un problema en España
El proyecto se encontró con un problema de inicio, la financiación. Principalmente, porque como afirma Jorge, «en España estamos acostumbrados a invertir en otro tipo de soluciones, probablemente más digitales, que tienen un retorno más rápido». Esto implica que el mensaje no termine de calar entre los posibles inversores, que ven el riesgo del proyecto y que no recuperarían su inversión en un corto plazo.
Por ello, aunque algo de capital si consiguieron en España, la mayoría fue extranjero, como por ejemplo del gobierno británico, australiano o incluso de la Unión Europea.
Además, Eduardo cuenta los problemas que se encuentran aquí en Europa desde el momento en el que se trata de pasar de la investigación básica a un producto con aprobación clínica.
Sobre Medicsen
Medicsen es la empresa creada para el desarrollo del páncreas artificial. Su objetivo, el comentado anteriormente, mejorar la calidad de vida de los diabéticos. La aplicación no solo predice qué síntomas van a tener en «X» tiempo en función de la actividad que van a realizar, sino que también aprende de las rutinas alimentarias y de ejercicio del paciente para ofrecer tablas y dietas personalizadas.
Además, de ello, persiguen evitar que los pacientes tengan que pincharse más. De hecho, uno de los objetivos más ambiciosos de Medicsen es el de acabar con las agujas de una vez por todas y, si funcionan los parches de insulina, desarrollar el mismo proceso con otros fármacos.
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