¿Cuál es la responsabilidad de los administradores societarios?

Las organizaciones mercantiles están obligadas a tener un órgano de administración para la gestión del día a día y su actividad, debido a la Ley de Sociedades de Capital. Entre los diferentes tipos de administradores que se pueden dar, encontramos a los administradores únicos, solidarios, mancomunados o un consejo de administración. Acerca de esta cuestión ya escribimos en en su día un artículo que compartimos por aquí.
El tipo de órgano de gobierno de la sociedad es elegido por la junta general de accionistas, pueden ser remunerados o no remunerados y que, quien desempeñe la actividad, sea un socio o un no socio. Dentro de esta posibilidad quedan exentos de poder ser administradores las personas menores de edad, personas judicialmente inhabilitadas y funcionarios cuya labor es incompatible con el desarrollo de esta tarea.
Índice
Las obligaciones de un administrador
Las obligaciones a las que tiene que hacer frente un administrador se fundamentan bajo el precepto de la buena fe a la hora, tanto de gestionar como de representar a la sociedad. Estas obligaciones están recogidas en el título sexto de la Ley de Sociedades de Capital y se basan en dos criterios principales: lealtad y diligencia.
- Dentro del criterio de lealtad encontramos cuatro puntos básicos. En primer lugar, limitarnos a desempeñar las funciones atribuidas a nuestro cargo. También hay que tener en cuenta la discreción empresarial, es decir, no compartir «secretos» de la sociedad que puedan alterar o poner en peligro el desarrollo o funcionamiento de la misma. En tercer lugar, dejar de lado los intereses personales cuando haya que tomar decisiones en las que éstos entran en juego. Finalmente, es menester tomar decisiones que siempre vayan en favor de la sociedad.
- El administrador tendrá la obligación, pero también el derecho de recabar toda la información necesaria para poder tomar las decisiones que su cargo implica.
Las obligaciones del administrador no se pueden tomar a la ligera porque éstas pueden generar responsabilidades importantes. Aunque, por ejemplo, las Sociedades Limitadas tienen limitada su responsabilidad al capital social, si el administrador es negligente en las tareas que le han sido asignadas, los socios pueden pedir responsabilidades pero también pueden hacerlo terceros que se hayan visto dañados por mala práctica del administrador.
Las responsabilidades de los administradores
Dentro de la responsabilidad que puede tener un administrador, tenemos varios tipos:
- Responsabilidad civil: Cuando los administradores no cumplen con sus obligaciones, toman decisiones en beneficio propio o en contra de los intereses de la sociedad se pueden exigir este tipo de responsabilidades, que tienen una validez de cuatro años y que se pueden dar de dos maneras:
- Acción social: Los socios, en Junta General, exigen esa responsabilidad al administrador.
- Un tercero lo hace porque la sociedad no puede cumplir con sus obligaciones.
- Responsabilidad mercantil: Dentro de las funciones del administrador hay una cosa llamada juicio empresarial, a través del cual se ponen en valor las decisiones que tome su figura siempre y cuando sean tomadas de buena fe, pensando en el beneficio de la sociedad, sin que se interpongan intereses personales y presentando la información necesaria para tomar cada decisión. Sin embargo, cuando una sociedad se ve abocada al concurso de acreedores, las decisiones y la actividad desempeñada por el administrador pueden ser puestas en duda y que, en definitiva, alguna de esas decisiones sea la responsable de que la empresa no pueda cumplir con sus obligaciones. Es aquí donde entra la responsabilidad mercantil hacia el administrador.
- Responsabilidad laboral: El administrador es responsable del pago de los seguros sociales así como de cualquier recargo que la administración nos imponga. Cuando la sociedad no hace frente a estos pagos, la Seguridad Social puede hacer responsable al administrador, que será el que tenga quien deba hacer frente a estas cantidades.
- Responsabilidad fiscal: Esta responsabilidad recae en el administrador si no se pagan los impuestos que le corresponden a la sociedad. Si dicha sociedad no puede hacer frente a los impuestos, la Agencia Tributaria puede responsabilizar directamente al administrador.
- Responsabilidad penal: El administrador puede incurrir en responsabilidad penal en cuatro supuestos:
- Alzamiento de bienes
- Apropiación indebida
- Falsedad en las cuentas públicas
- Insolvencia punible
Vídeo
Si tienes una sociedad, es imprescindible que ésta tenga un órgano de gobierno y que éste pueden ser diferentes tipos de administradores. No debéis olvidar que estos administradores tienen una serie de obligaciones pero también de responsabilidades y éstas deben ser tenidas en cuenta antes de poner en marcha vuestro negocio.
Además de este artículo, también compartimos el vídeo que hemos preparado acerca de esta cuestión para explicarla más en profundidad y más detalladamente. ¡No te lo puedes perder!